“El que siembra escasamente, también cosechará escasamente; y el que siembra generosamente, también cosechará generosamente. Cada uno dé conforme a lo que ha decidido en su corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama al que da con alegría.”

(2 Corintios 9:6-7)

 

“Cuando des limosna, no lo publiques al son de trompeta, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para que la gente los alabe. Te aseguro que ya tienen su  recompensa. Cuando tú des limosna, que tu mano izquierda no sepa lo que hace la derecha, para que tu limosna quede en secreto. Y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.”

(Mateo 6:2-4) 

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“Manténganse firmes y no se dejen mover. Entréguense de lleno a la obra del Señor, sabiendo que el esfuerzo que hagan por Él no será en vano.”

(1 Corintios 15:58)

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“Pon tu vida en manos del Señor, confía en Él, y Él actuará. Honra al Señor con tus riquezas, con los primeros frutos de tus cosechas. Entonces tus graneros se llenarán a rebosar y tus cubas se desbordarán de vino nuevo.”

(Proverbios 3:6, 9-10)

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“Pongan al servicio de los demás el don que cada uno ha recibido, como buenos administradores de la gracia multiforme de Dios.”

(1 Pedro 4:10)